1 de cada 5 personas no logra un adecuado control de su enfermedad

Muchos pacientes conviven con síntomas severos de asma pero ignoran que podrían tener una calidad de vida mucho mejor: se agitan al caminar pocas cuadras o al limpiar la casa, no pueden realizar actividad física vigorosa, se despiertan de noche por su asma o acuden varias veces al año a la guardia por una exacerbación de su enfermedad.

“El asma grave constituye aproximadamente el 5% de la población de asmáticos y se define como aquella que requiere altas dosis de corticoesteroides inhalados en combinación de un segundo medicamento controlador para prevenir que el paciente pierda el control de la enfermedad o aquél que permanece sin control a pesar del tratamiento”, se explicó.

La buena noticia es que, gracias a los avances de la ciencia, hoy existen esquemas de tratamiento específicos para este tipo de pacientes.

“Para aquellas personas que no han logrado controlar su asma, inclusive estando en tratamiento durante largo tiempo, hoy tenemos mejores herramientas para lograrlo y evitar la necesidad de recurrir al sobreuso de medicación de rescate y corticoides sistémicos por vía oral o inyectable. Avances recientes nos permitieron comprender mejor el proceso inflamatorio que se da en muchos casos de esta enfermedad y ayudar mejor a estos pacientes”, detalló desde el Grupo Asma NOA, Ana María Stok, neumonóloga y Directora Médica de Investigaciones en Patologías Respiratorias.

En Argentina, más del 12% de los niños y adolescentes y cerca del 6% de quienes tienen entre 20 y 44 años presentan asma.

Es una patología que, cada año, genera alrededor de 375 muertes y 15 mil internaciones en hospitales públicos.

Se calcula que quienes presentan la forma moderada a grave de la enfermedad, y no logran un buen control, representan hasta un 20% de la población de pacientes. Esto se traduce en síntomas persistentes y exacerbaciones recurrentes, que son episodios agudos y angustiantes que pueden requerir internación.

“Hay pacientes con asma grave que no logran un buen control tras recibir la máxima dosis de corticoides inhalados, broncodilatadores de acción prolongada (LABA) y un tercer controlador, habiendo demostrado que usan la medicación y que lo hacen de manera correcta”, explicó Daniel Colodenco, médico neumonólogo, director de la Carrera de Especialistas en Neumonología de la UBA.

“Los típicos síntomas de asma son tos persistente, sensación de falta de aire (disnea), silbidos en el pecho al respirar y opresión en el tórax. Lograr el control del asma significa poder llevar una vida normal, sin necesidad de usar medicación de rescate, sin crisis, sin visitas a urgencias, ni al médico más allá de las consultas habituales programadas”, describió Stok.

En adultos

En la actualidad se conoce que una mayoría de los casos de asma en adultos y, sobre todo, de asma grave, se explican por un mecanismo conocido como ‘inflamación de tipo 2’, que está vinculado con la sobreactivación del sistema inmunológico que produce cantidades exageradas de determinadas citoquinas, unas proteínas específicas que intervienen en el desarrollo de esa inflamación y desencadenan los síntomas de asma (y de otras enfermedades asociadas como la dermatitis atópica y la poliposis nasal), se enfatizó desde Grupo Asma, una ONG integrada por profesionales de diversas provincias argentinas.

“Ese entendimiento actual que se tiene permite indicar para cada paciente el tipo de tratamiento que mejores resultados obtendrá, impactando significativamente en el manejo de los síntomas y en su calidad de vida”, destacaron los expertos.

Fuente: LM Neuquen.