¿Por qué el asma mal tratada despierta una señal de alerta en Argentina?

Si bien el Asma no se cura, un paciente que vive con esta enfermedad y recibe una atención adecuada puede controlar la inflamación bronquial y tener una mejor calidad de vida.

Novedades 02/07/2021 Cristian Argañaraz Cristian Argañaraz
C6GWRUEW5RC53DIK3EUS4FXHZU

El Asma produce inflamación de los bronquios y dificulta la entrada de aire a los pulmones. La Organización Mundial de la Salud señaló que la prevalencia del asma se halla en aumento en muchas regiones del mundo, siendo la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. Se estima que el Asma afecta actualmente a más de 300 millones de personas en todo el mundo, causando aproximadamente 250.000 muertes anuales, tal como se registró en “Global Initiative for Asthma (GINA) Program. The global burden of asthma: Executive summary”.

En Argentina, afecta a aproximadamente 4 millones de personas, generando 400 muertes y 15.000 hospitalizaciones por año, de acuerdo al estudio “Prevalencia y características clínicas del asma en adultos-jóvenes en zonas urbanas de Argentina - Archivos de Bronconeumología”, firmado por Sergio J. Arias; y a lo relevado por el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) “Emilio Coni”, Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud (DEIS), Ministerio de Salud de la Nación.

Sin embargo, el subdiagnóstico es considerable y en los pacientes que llegan al diagnóstico, la adherencia a los medicamentos es baja y frecuentemente abandonan el tratamiento.

El asma tiene una prevalencia de aproximadamente el 10% en Argentina, según “Prevalencia y características clínicas del asma en adultos-jóvenes en zonas urbanas de Argentina - Archivos de Bronconeumología” (Sergio J. Arias). Si bien no se cura, un paciente que vive con asma y recibe una atención adecuada puede controlar la inflamación bronquial y tener una mejor calidad de vida. Los síntomas de la enfermedad son: silbidos en el pecho, tos, falta de aire y opresión en el tórax. La enfermedad se caracteriza por variabilidad en los síntomas, que pueden presentarse frente a numerosos desencadenantes (gatillantes) y en distintas épocas del año. Los pacientes deben contar con pautas de alarma ante el aumento de los síntomas y acordar con su médico estrategias de manejo para cada ocasión. Contar con un plan de acción disminuye cuatro veces las probabilidades de ser internado por asma, según se relevó en “Thorax 2000;55:5566-573”, de Adams et al.

La variabilidad de los síntomas lleva a los pacientes a abandonar los tratamientos cuando los síntomas mejoran, a pesar de la indicación de los médicos. Cuando los síntomas reaparecen, existe una tendencia a la dependencia excesiva de medicación de rescate sin terapia anti-inflamatoria, en muchos casos, como automedicación.

Esta situación generó alerta en las principales asociaciones médicas del país en patología respiratoria y las convocó a unir esfuerzos en 2019 en pos de la mejora en la calidad de vida de las personas que viven con asma.

La pandemia puso en evidencia, una vez más, que muchos pacientes que tienen antecedentes de asma no llevan un tratamiento adecuado, ni cumplen con la visita periódica con su médico. Durante este otoño - invierno aumentaron las consultas ante el temor de complicar su cuadro ante la posibilidad de contagiarse de covid-19.

Fuente: Infobae.